Folclore de la Zona Sur
El folclore de la zona Sur tiene principalmente una
función religiosa. En muchos lugares de la zona sur se han perdido las
características propias del folklore local y se emulan los bailes y cantos de
zonas ubicadas en las proximidades de ellos. En numerosos lugares, la cueca a
la manera de la zona central ha desplazado a todas las otras danzas.
Los alemanes que inmigraron a las
provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue trajeron
consigo el acordeón, que luego
se extendió a todo el sur del país y se integró a la música ya existente.
En el Archipiélago
de Chiloé el folklore también tiene características particulares, pues
se mantuvieron con pocos cambios muchas tradiciones españolas y otras se
mezclaron con las huilliches, dando lugar
a formas de expresión nuevas. Durante la guerra de Independencia
de Chile, en que Chiloé se
mantuvo fiel a la Corona, los soldados realistas introdujeron a las islas
bailes como el chocolate o el pericón que
luego se transformó en pericona. Aparte de los bailes festivos, se tocan
pasacalles durante las fiestas religiosas, acompañados siempre por guitarras,
bombos y acordeones.
Bailes de la Zona Austral
En estas tierras quien domina es
el gaucho y sus
bailes, los cuales son tradicionales desde la zona sur de la X Región
de Los Lagos hasta Tierra del fuego. Estos son:
·
Ranchera
·
Valse
·
Patada en la jarra
·
Polka criolla
·
Chamamé
Instrumentos:
Entre los cordófonos encontramos los siguientes:
Guitarra
Es la misma que se utiliza en la zona central, excepto que aquí es de
fabricación casera, en la región se habla de vihuela.
Dispersión: Todo Chile y Argentina.
Instrumento que se compone de una caja bastante aplanada y de figura
peculiar con dos aberturas en forma de S en la tapa, sobre la cual pasan cuatro
cuerdas sujetas al extremo del mástil y que se hacen vibrar con un arco, los
cortes laterales semejan una media luna.
Suele tener incrustaciones de concheperla y otros materiales.
Dispersión: Zona sur de Chile.
Rabel
Es un pequeño violín, con algunas variantes y se confecciona en la zona
con maderas de alerce y avellano.
Tiene tres cuerdas y para tocarlo se coloca apoyado en la rodilla
izquierda y descansando sobre el hombro, frotando sus cuerdas con el arco curvo
que pulsa la mano derecha.
Se diferencia del violín en que su puente se apoya directamente sobre el
fondo a través de un orificio haciéndolo vibrar.
Los Rabeles de Chiloé son íntegramente hijos del medio desde el arco, la caja y las cuerdas. Muchas veces son realizados por los mismos ejecutantes.
Los Rabeles de Chiloé son íntegramente hijos del medio desde el arco, la caja y las cuerdas. Muchas veces son realizados por los mismos ejecutantes.
Bombo:
Es un membranófono, el cual su caja de resonancia se hace de latón, o
con la cubierta lateral de los tambores grandes de aceite industrial. Los
parches del bombo se hacen con cueros de burro, por ser de mayor dureza y
resistencia y se fijan fuertemente a la caja con alambres.
Se afina el bombo mojando los cueros y secándolos al calor de una fogata
o brasero, lo que le da una gran sonoridad.
El Bombo chilote es mucho más pequeño, pero igual en su estructura general al del Norte Grande. Sus parches van fijos a unos aros de madera que se colocan a cada costado de la caja de resonancia, amarrados con tiras de cueros que se atraviesan y que le permiten, al estirarlos, la afinación del instrumento.
Es un instrumento idiófono,
compuesto de un tablero y una o más aldabas que al sacudirlo produce ruido, se
usa en algunas capillas para convocar a maitines, en Semana Santa, y en fiestas
populares donde participan conjuntos formados por violinistas y tamboreros. El Bombo chilote es mucho más pequeño, pero igual en su estructura general al del Norte Grande. Sus parches van fijos a unos aros de madera que se colocan a cada costado de la caja de resonancia, amarrados con tiras de cueros que se atraviesan y que le permiten, al estirarlos, la afinación del instrumento.